UN NUEVO DICIEMBRE...

Durante diciembre aparecen muchísimas sensaciones, parece que nos sentimos más vulnerables, más sensibles (y eso hay que aprovecharlo porque somos más “reales”). Los proyectos, las metas, los objetivos parecen competir para que en diciembre sean batallas ganadas, que todo esté alcanzado para sentirnos realizados y orgullosos de nosotros mismos. Claro que siempre es gratificante y alentador alcanzar lo que nos proponemos, pero debemos ser menos autoexigentes y comprender que s i una meta no se alcanza, no es por falta de capacidad o dedicación, sino que no siempre se puede ganar. Pienso en el nuevo año como un inicio, y eso me resulta esperanzador, porque nacen nuevos sueños, se generan otros proyectos y eso es lo que importa, intentarlo, jugarse, arriesgarse, sentir la presencia de una nueva oportunidad. Durante estos doce meses me han pasado muchísimas cosas, pero la vida es así… de las difíciles se aprende, y las demás se disfrutan! No hace falta diciembre para encon...